Seguimos en el mundo de los films independientes pero primero, ¿qué clasifica como película independiente? Básicamente, toda cinta que sea producida fuera del sistema de los mayores estudios de cine, cuyo financiamiento y distribución se encargan las compañías independientes de entretenimiento, por lo que su presupuesto es considerablemente menor que cualquier producción de uno de los estudios grandes (Warner, Sony, Disney, etc). Irónicamente, como ya dije en las ultimas dos entradas del blog, todos estos factores solo ayudan a que los cineastas posean mas libertad a la hora de contar las historias que desean contar, siendo estas distintas, y la forma para contarlas únicas y originales. Y que mejor para hablar sobre este tipo de cine que con uno de sus referentes norteamericanos de los últimos 30 años, Jim Jarmusch, y su película de 1986: Down By Law (traducida por estos lares como Bajo El Peso De La Ley).
¿De que va la historia? Zack, un DJ de radio (interpretado por Tom Waits, el cantante con la voz mas grave del norte), Jack, un proxeneta (interpretado por el músico de jazz John Lurie, que ya venia de demostrar sus dotes actorales en el film anterior de Jarmusch) y Roberto, un turista italiano que entiende muy poco inglés (interpretado por el siempre carismático Roberto Benigni en su primer rol fuera de Italia) son encarcelados en la misma celda en una prisión de Nueva Orleans. A fuerza de pasar los días encerrados los tres juntos, una especie de relación va a surgir entre el trío.
A no confundir, este el film no es del estilo de The Shawshank Redeption, con grandes charlas filosóficas sobre la libertad y la búsqueda de redención, ni tampoco se parece a las cintas de planificación y escape de prisión a lo Escape From Alcatraz (aunque esta ultima si recibe un pequeño guiño). No señor, lo que le da su particularidad a esta cinta es evitar repetir esos caminos. La forma en que los personajes se vinculan es a través de charlas mas superficiales, juegos de cartas y cánticos sin sentido, pequeños gestos. No por eso una amistad menos significativa. Aunque breve, un vínculo que deja sus marcas. Por eso Jarmusch, con su ritmo narrativo tranquilo tan característico, ni se gasta en mostrar como es que los sentencian y los mandan a la cárcel, como planean y terminan escapando, por ahí no pasa el foco.
Para destacar también el pequeño elenco. Tanto John Lurie como Tom Waits cumplen sin problemas con el papel que se les dio (que si tenemos en cuenta todos los/las cantantes que no pueden expresar una emoción y actúan igual, creo que esta muy bien). Sobre todo Waits, que tiene un magnetismo innato que hace imposible no prestarle atención cuando aparece en escena. Además ambos aportan a la banda sonora, lo cuál es un lindo plus. Pero quien se lleva todos los aplausos es Roberto Benigni. Cuando se hace presente es cuando la cinta termina de iluminarse, una sonrisa se te dibuja mágicamente con solo verlo. Cada movimiento, cada gesto, cada frase, el timing cómico que maneja es de admirar. En especial si se tiene en cuenta que su personaje es el pegamento que mantiene junto al trío protagonista.
Denle una oportunidad y miren Down By Law. Como diría un gran sabio: "la pueden encontrar fácilmente allá por Av. Alcorta y Torrent". No dejen que el hecho que sea blanco y negro los tire para atrás, va a ser una linda forma de pasar una hora y cuarenta de su vida.