Hablemos de películas que fueron grandes influencias en cineastas. Esas que quedaron grabadas en la mente de directores/as, guionistas, actores/actrices, etc. y tarde o temprano aparecen de alguna forma en su trabajo y que muchas veces no son tan conocidas como los films que inspiraron. Muchas se sostienen a pesar del paso del tiempo y siguen teniendo la misma potencia que cuando se estrenaron, mientras que otras tal vez ya no posean la capacidad de impacto que tuvieron en su momento pero que igual merecen ser vistas por el valor cinematográfico que tienen y sirven para entender como llegamos a ciertas películas. En esta ultima categoría nos vamos a centrar hoy, mas específicamente en la cinta francesa de principios de los 60: Les Yeux Sans Visage (Los Ojos Sin Rostro en español).
¿De que va la trama? Basada en la novela escrita por Jean Redon con el mismo nombre, la historia sigue al Doctor Génessier (interpretado por el francés Pierre Brasseur), quién acaba de identificar el cuerpo de su hija, que luego de un accidente automovilístico que sufrieron ambos había desaparecido de la clínica donde estaba internada. Génessier y su fiel asistente Louise (interpretada por la gran actriz italiana Alida Valli, que estuvo en clásicos como The Third Man o Suspiria, entre otros) realizan el funeral, pero hay algo que los perturba. Al mismo tiempos la policía esta siguiendo el misterioso caso de chicas jóvenes, rubias y de ojos claros, que desaparecen y los cuerpos de algunas son encontrados sin vida y sin cara. Pareciera que en la casa de Génessier están sucediendo cosas raras, se escuchan constantemente ladridos de perros y una figura misteriosa circula por el lugar. ¿Sera posible que el respetable doctor esconda algo?
Leyendo solamente la sinopsis ya se puede entender porque esta película fue una gran influencia para futuras generaciones, especialmente dentro del género del terror. Desde Carpenter para la creación de la máscara de Michael Myers en Halloween, pasando la cinta de acción Face/Off de John Woo hasta Almodóvar y el film La Piel Que Habito (Glenn Danzig también pero mejor ignoremoslo), han dejado en claro la importancia que tuvo esta película. Y es que hay varios elementos explotables. Un padre que se mueve entre la línea de lo moral y lo inmoral, impulsado por el amor por su hija, operaciones estrafalarias, máscaras icónicas, un planteo interesante sobre hasta que punto estamos dispuestos a llegar por amor y culpa, sin preguntarnos antes que realmente desea la persona por la que lo estamos haciendo, etc.
Ahora, ¿por qué ubico a esta cinta en el grupo de films que no tienen la misma fuerza que cuando salieron? Primero, si bien inspiró a muchos del palo del terror, la película no creo que se podría clasificar como tal. Puede haber alguna que otra escena medio gore pero me parece que se ubica mejor como suspenso con toques psicológicos por los temas que trata. Esa pequeña confusión puede generar expectativas que jamás van a ser cumplidas y ni siquiera es culpa de la cinta. A su vez, se siente que la estructura narrativa es despareja. Arranca muy bien, la historia te mete de lleno y te intriga, pero luego baja la velocidad y para el final, la resolución se siente algo apresurada. Por suerte, todos los actores cumplen sin problemas con sus papeles y en ningún momento la película se vuelve tediosa.
A pesar de todo, miren Les Yeux Sans Visage, es entretenida y sirve para entender como terminamos con varios elementos característicos de los films de terror de los 70 y los 80. La consiguen por ahí.