Hablemos de la películas de culto. Primero, ¿qué es una película de culto? Básicamente se le atribuye este término a films que tienen una gran base de fans apasionados y dedicados, "un culto", creándose una suerte de subcultura donde se repiten diálogos de la cinta, se viste referenciando a personajes y se organizan juntadas para verla con participación del publico (Enfermitos de los Simpsons, ¿sos vos?). ¿Cuáles son las películas que generan este tipo de culto? Mayoritariamente las producciones de grandes estudios que resultaron en totales fracasos de taquilla y los films mas oscuros, viejos, indies, que fueron ignorados en su momento por el mainstream. ¿La razón de esta ardiente pasión? Hay dos grandes categorías: que el producto sea realmente bueno pero incomprendido para el tiempo en que fue estrenado o (y esta es la razón mas interesante) que sea mala, tan pero tan malo, que pase a ser una de las experiencias mas entretenidas y divertidas que uno puede tener. Algunos ejemplos de clásicos de culto son: la argentina Un Buen Día, The Big Lebowski, Plan 9 From Outer Space del infame Ed Wood, la Blade Runner de los 80 o la cada vez mas popular The Room. Y la película que nos compete hoy es casi la madre de las películas de culto, una de las pioneras de este "género": The Rocky Horror Picture Show.
Basada en el musical londinense de 1973 del mismo nombre (sacando por el "Picture", claro) que Richard O'Brien (la voz original del papá de Phineas y Ferb) escribió parodiando y a la vez homenajeando a las películas de terror clase b y de ciencia ficción tan características de los 30 hasta principios de los 70, la trama se desarrolla alrededor de Janet (una muy joven Susan Sarandon en uno de sus primeros roles) y Brad, una pareja recién comprometida, que por desperfectos mecánicos en su auto terminan pasando la noche en el castillo del Dr. Frank N. Furter (el siempre impecable Tim Curry, también conocido como el payaso Pennywise para varios), autoproclamado como "un dulce travestí de Transsexual, Transylvania", en el momento justo que se esta realizando la Convención Anual de Transilvania. Las próximas 24 hs de sus vidas van a estar llenas de travestís, hombre congelados, científicos en sillas de ruedas, gente de otro planeta y mas.
Ahora, ¿qué tiene de especial este film para que, 40 años después de su estreno, se siga pasando en el cine en funciones nocturnas, siendo así la cinta con mas longevidad en salas de cine en la historia, a pesar de haber sido duramente criticada y un fracaso financiero al momento de su debut? En pocas palabras, todo. El vestuario, que mezcla lo ordinario como una pollera y una camisita con corsets, medias de red y collar de perlas, funciona perfectamente para resultar memorable y ser imitado; las canciones son un hit atrás del otro, abarcando varios géneros y sobre todo pegadizas (los quiero ver después no tarareando temas como "Sweet Transvestite", "Hot Patootie - Bless My Soul" o el clásico "The Time Warp, que incluye instrucciones de como bailarlo y todo); Tim Curry se come la película en su primer rol cinematográfico y demuestra porque es un grande, su actuación derrocha carisma desde el momento que pone pie en pantalla, es imposible sacarle los ojos de encima, sus movimientos, sus gestos, su forma de hablar y cantar, haciéndote desear que estuviera presente en todas las escenas. Los demás actores cumplen sin problemas las exigencias de la historia, en gran parte porque es casi el mismo elenco que en la versión teatral.
Pero lo mas importante es la esencia del film, tan adelantada para su época, de abrazar la libertad sexual de uno, ser lo que realmente soñamos ser y amarse por eso ("Don't dream it, be it"). Es muy probable que esto haya sido el principal motivo de que varios críticos no les haya terminado de cerrar la película, pero a la vez es lo que permitió que un gran sector de la sociedad se sintiera identificado y comprendido cuando el resto del mundo los condenaba y ocultaba por intentar ser libres, convirtiéndose así en el fenómeno cultural que es hoy, con reversiones para teatro y televisión en distintas partes del mundo cada dos por tres y constantes referencias en otros lados como The Perks Of Being A Wallflower, Glee y Los Simpsons, entre otros.
Así que si se sienten con ganas de ver un poco mas de hora y media de personajes extravagantes, números musicales estrafalarios, actuaciones que te hacen cuestionar tu sexualidad y mucho corazón y pasión, este es el film para ustedes (los que viven en Capital estén atentos que cada tanto la pasan en el Centro Cultural San Martín).
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