domingo, 20 de mayo de 2018

Moulin Rouge! (2001)

Tu película preferida. ¿Cómo la definís? ¿Qué es lo que la hace destacar? ¿Qué es lo que tiene que todo el resto de films que viste durante tu vida no tienen? Es algo muy personal. El cine, como todo tipo de arte, es subjetivo por naturaleza. Lo que a uno le puede generar asombro a otro le puede causar aburrimiento. Pero usualmente el favoritismo por una película se divide en dos posibles grupos: los que buscan la perfección tanto técnica como argumentativa, buenas actuaciones, buen  guión, buena cinematografía, etc; y los que buscan una experiencia mas emocional, que están dispuestos a perdonarle fallas a cambio de sentir ciertas emociones. Quién les escribe es mas del segundo grupo, mi modo de determinar cuanto me gusta un film es la cantidad de veces que lo vi. Casi todas mis películas preferidas están lejos de ser consideradas material de premios (aunque algunas se lo merecen) pero lo importante pasa por otro lado, es lo que te genera y si, después de verla repetidas veces, ese sentimiento no se borro, ya se convirtió en una de mis favoritas. En mi caso funcionan casi como un refugio al que voy siempre que, por uno u otro algún motivo, las cosas no estén andando bien, y necesito escapar un rato para volver a sentir que todo esta ok. Y que mejor para ejemplificar esto y festejar el primer aniversario del blog que recomendadoles mi film preferido de todos los tiempos, el musical de 2001: Moulin Rouge.
Basada en la opera de 1853 de Giuseppe Verdi, La Traviata (que a su vez era una adaptación de la novela de Alejandro Dumas La Dama De Las Camelias), que cuenta la historia de una pareja separada por pertenecer a distintas clases sociales con un trágico final, la trama de la cinta gira alrededor de Christian (interpretado por Ewan McGregor, nuestro queridísimo Obi Wan Kenobi), un escritor que recién se acaba de mudar a París en el 1899 y que por esas vueltas de la vida termina en el Moulin Rouge, el cabaret manejado por el maestro de ceremonias Harold Zidler (interpretado por Jim Broadbent, quien los Potterheads ubiquen como el profesor Slughorn), donde se va a enamorar perdidamente de Satine, la estrella del lugar (una despampanante Nicole Kidman preparándose para romperla en el nuevo milenio). Pero la pareja no la va a tener fácil cuando el pretendiente de Satine, el Duque, compre las escrituras del cabaret para convertirlo en un teatro y poder asegurarse de que su "amada" sea toda suya.
¿Por qué este musical con un argumento simple y conocido de amor apasionado pero prohibido es mi película favorita? Resumiendo, hay dos grandes motivos. El primero, la música. Este film se caracteriza por recurrir a canciones ya existentes para armar su banda sonora (salvo por un solo tema nuevo) en vez de componer música original como cualquier otro musical, lo que contribuye a que suenen bandas y estilos de lo mas variados en una cinta que esta ambientada en la Francia de comienzos del siglo XX (desde música clásica hasta tango, desde Elton John, pasando por David Bowie hasta Nirvana). Y gracias a la experiencia de Baz Luhrman (conocido por dirigir la versión de Romeo y Julieta con Leo DiCaprio y la corta serie de Netflix The Get Down) en musicales teatrales, lo que podría ser una mezcolanza armada así nomas de canciones populares (te estoy mirando a vos Suicide Squad) fluye con coherencia y naturalidad, ayudando a que la trama avance en vez de hacerla parar. Cuando la vi por primera vez a mis 10-11 años no me imaginaba que esta película seria básicamente mi primer contacto con muchos artistas que años después conocería a fondo y amaría.
El segundo motivo: la temática. Igual que en La Traviata, el tema que atraviesa toda la cinta es el amor. Que sacrificios esta uno dispuesto a hacer por conseguirlo, y mucho mas, a que puede llegar una persona por asegurar el bienestar del otro. Pero al final del día lo importante es luchar por lo que uno siente, luchar por tus creencias y principios para poder ser libre al fin. Y por suerte, el elenco cumple con creces en transmitir esas emociones. Ewan McGregor y Nicole Kidman son el dúo perfecto, derrochan química ni bien están los dos juntos en pantalla, además de lucirse a la hora de cantar. Pero quien se roba el show acá es Jim Broadbent, que con su bigote retorcido y carisma chispeante te hipnotiza desde el primer momento y muestra que no tiene problema en pelar sus dotes dramáticos cuando el guión lo pide. Un lujo.
Hay muchas mas cosas de que hablar sobre esta cinta, como su impecable estética y vestuario, pero prefiero que eso lo descubran ustedes viéndola. Denle una oportunidad a Moulin Rouge, van a ser dos horas de su tiempo bien gastadas. No dejen que el hecho de que sea un musical los retraiga, no es su típico film musical. Porque tal vez, solo tal vez, pueda que ser convierta en su película preferida también. Y come what may...

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