martes, 9 de abril de 2019

The Lobster (2015)

Dejamos de lado por un rato las películas de dudosa calidad para volver a los films que son realmente buenos. Y nada mejor para eso que recomendarles una cinta que tiene todos los ingredientes para convertirse en un clásico de esta década. ¿Sociedad muy parecida a la de la realidad pero con elementos de una distopia, estilo A Clockwork Orange o Her? Lo tiene. ¿Agudo y acertado comentario sobre algún aspecto de la sociedad como 1984? Claro que si. ¿Un final abierto a interpretación digno de una buena charla con amigos intercambiando posibles alternativas con café de por medio después de terminar la película, a la Inception? AFIRMATIVO. Y todo esto con un bello tono de comedia negra. ¿De qué film estoy hablando? Ni mas ni menos que la particular y genial The Lobster (La Langosta en español).
¿De qué trata? En la sociedad no se acepta la gente sin pareja. Seas soltero/a, viudo/a o tu pareja te haya engañado y dejado por otro/a, no importa, todas las personas solteras son enviadas a un hotel donde tenes 45 días para encontrar compañero/a romántico. Si una vez pasado el plazo la persona sigue sola, es convertida en su animal de preferencia por el resto de su vida. Así como suena, es la ley. Los individuos sin pareja que no aceptan esta orden social viven recluidos en el bosque como parias, escapando constantemente de la ley. En este contexto seguimos a David (interpretado por un bigotudo y panzón pero no por eso menos versátil Colin Farrell), un hombre que es dejado por su mujer y por lo tanto es llevado al hotel, con 45 días para volver a formar pareja. En un lugar lleno de gente bastante particular en la misma situación, algunos aceptando tranquilamente que tal vez sean convertidos en animales, otros desesperados por encontrar su "media naranja", David hará su mejor esfuerzo por volver a cumplir con los requisitos sociales y no terminar como una langosta (su animal de elección) pero las cosas pueden tomar un giro inesperado.
¿Qué es lo que hace especial a este film? Sin duda el guión, que es la estrella indiscutida de la cinta, lleno de humor negro. La forma en que satiriza el mundo de las relaciones románticas es muy gracioso, y lo mas importante, muy acertado. Y lo que lo hace destacar es que nos da las dos caras de la moneda. Porque si, la mayor parte de la película hace una crítica a como la sociedad trata a la gente soltera, como personas que no valen nada, no aportan a la humanidad, si están solas, equivalentes a animales. Muchas veces se comete el error de creer que alguien es definido por la persona que lo acompaña. Pero asimismo hay su porción de palos para como los/as solteros/as miran y prejuzgan a las parejas, como si decidir compartir tu vida con otro individuo equivale a pena de muerte. Esto acompañado por frases filosas que dan justo en el blanco (el comentario sobre el rol que aveces juegan los hijos en los matrimonios es maravilloso). Todo se complementa con escenas con un ritmo bastante particular, bien características del director y co-guionista griego Yorgos Lanthimos (quién se esta perfilando como uno de los cineastas mas interesantes y originales de la actualidad) lejos de la superedición y velocidad que siempre ofrecen la películas de comedia romántica hollywoodenses, lo que resulta fresco y sirve para apreciar la fotografía y la banda sonora.
Para completar, tenemos un amplio elenco que cumple con creces con los papeles que se les dio. Además de Colin, tenemos a Rachel Weisz (que luego volvería a trabajar con Lanthimos en The Favourite) cuyo rol implica no demostrar ningún tipo de sentimientos emotivos si es que quiere sobrevivir y a la vez dar señales muy sutiles de estar enamorada, Léa Seydoux (la francesa a quien pueden conocer como una de las protagonistas de Blue Is The Warmest Color), que interpreta sin problemas a la líder del grupo de los solteros que no tiene problema de hacer lo que sea con tal de que se obedezcan sus reglas, y unos muy coloridos personajes secundarios de la mano de los siempre geniales de John C. Reilly y Olivia Colman.
Aprovechen que esta disponible en Netflix y miren The Lobster. Sus dos horas ni se notan. Es un oasis de originalidad entre tanto remake, secuela y producciones basadas en algo, con un inteligente e interesante análisis social de como nos relacionamos y a que le damos importancia cuando nos fijamos en el otro. Puntos extra por un final que te deja recalculando y pensando distintas teorías posibles, algo que no sucede muy seguido últimamente. 

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