miércoles, 26 de febrero de 2020

Oldboy (2003)

Los Oscars 2020 hicieron historia. Les haya gustado o no, por primera vez en los 92 años de existencia de la ceremonia, una película de habla no inglesa ganó el premio mayor, el premio a Mejor Película. ¡Y que película! En mucho tiempo no pasaba de que ganara una película que realmente se lo merecía (casi como si la Academia pidiera perdón por haber premiado a Green Book el año pasado). No digo que de ahora en adelante la industria hollywoodense se va a abrir al mundo y los films de otras partes del mundo tenga igual llegada que un tanque de Marvel, pero el primer paso al cambio esta hecho. Pero lo positivo no termina ahí. Gracias a toda la atención que recibió Parasite y su director, Bong Joon-ho (tal vez la persona mas adorable del planeta), la sociedad occidental empezó a mostrar interés en ese maravilloso mundo que es el cine surcoreano. Por lo que no se me ocurre mejor oportunidad que aprovechar esta nueva surcoreanomania y recomendarles una cinta de este bello país, el ya considerado clásico de los años 2000 y una de las mejores películas de este nuevo siglo: Oldboy.
Basada en el cómic japones del mismo nombre creado por Garon Tsuchiya y Nobuaki Minegishi, el film forma parte de la llamada La Trilogía de la Venganza (se les denomina así no porque sea una historia contada a través de tres cintas sino porque cada película esta atravesada por el concepto de la venganza), siendo precedida por Sympathy for Mr. Vengeance (Simpatía por el Sr. Venganza) y seguida por Lady Vengeance (Dama Venganza). En esta, la historia sigue a Oh Dae-su (interpretado por Choi Min-sik, un reconocido actor surcoreano que algunos tal vez ubiquen por su papel en el film de ciencia ficción de Luc Besson, Lucy), un hombre común y corriente que esta arrestado por estar borracho, perdiéndose el cumpleaños número cuatro de su hija. Luego de que su mejor amigo lo pasa a buscar, se detiene a llamar a su mujer para avisar que esta en camino pero es secuestrado de un momento a otro cuando se amigo se distrae hablando por teléfono. Dae-su se despierta en lo que parece ser un habitación de hotel sin ninguna explicación de por qué esta ahí. Por 15 años es mantenido en esa habitación, a pesar de múltiples intentos de escape y suicidio, llevado casi a la locura sin saber quién ni por qué lo tienen cautivo. Sin aviso previo, un día es soltado pero Dae-su se da cuenta que su captor aún no termino con él, por lo que no descansará hasta descubrir cuál es el motivo que llevó a su anónimo enemigo a convertir su vida en un infierno viviente. 
¿Por qué digo que esta película es ya un clásico? Por varios motivos, pero especialmente por la historia y las reflexiones sobre la condición humana que hace. Este debe ser uno de los films mas retorcido, deprimente y a la vez hermoso que vi en mi vida. Imprevisible como pocos y con unos giros argumentales que M. Night Shyamalan solo puede soñar, acompañamos a Dae-su en su viaje para poder liberarse de esta duda que lo carcome de qué puede haber hecho para merecer semejante castigo, y justo cuando uno cree que mas o menos sabe por donde va la cosa el guión tira nueva información y te deja recalculando. Pero además, el guión se encarga de plantear preguntas sobre la existencia humana mas que interesantes, tanto a través de nuestro protagonista como del antagonista. Preguntas como: ¿Hasta qué punto una persona puede ser consumida por la venganza? ¿Qué pasa después si la persona cumple con su venganza? ¿Le queda razón de vivir luego de eso? ¿Qué tan libre es una persona realmente si hay una incógnita que no lo deja seguir su vida en paz? entre otras. Todo esto representado no solo en el dialogo sino también en lo visual de manera maravillosa.
Y ya que hablamos del aspecto visual no puedo obviar a Park Chan-wook, compatriota del amigo Bong y uno de los directores mas respetados de Corea del Sur. Chan-wook no desperdicia un plano, todo lo que se muestra es por algo (como debería ser siempre), comprende como utilizar al máximo las herramientas que lo visual ofrece y sabe maneras creativas de filmar ciertas escenas sin perder el realismo. Hay una escena de acción en particular, que involucra un angosto pasillo y muchas personas, que ya es icónica por el simple hecho de la atención al detalle y lo hermosamente coreografiada que está, demostrando que la acción no necesita ser exagerada y con mil cortes en el medio (come tierra Rápido y Furioso). No puedo dejar de lado tampoco las actuaciones. Min-sik la rompe como el atormentado Dae-su, mientras que Yoo Ji-tae cumple con creces el papel del enigmático Lee Woo-jin, hombre en busca de venganza.
Así que no pierdan el tiempo y vean Oldboy (eviten como la plaga la remake de 2013 de Spike Lee, no le hace justicia). La encuentran fácilmente por Av. de los Incas y Torrent. Créanme que se van a llevar mas de una sorpresa y después de vista no se la van a poder sacar de la cabeza por un tiempo, porque así de buena es.

             

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