lunes, 29 de mayo de 2017

Mad Max: Fury Road (2015)

  Hablemos de las películas de acción. Mejor aun, hablemos de las películas de acción pochocleras. Para empezar, ¿qué es una película pochoclera? Se le suele llamar así a los films que no tienen una trama compleja, todo lo contrario, un principio, nudo y desenlace simple, con final feliz. Una película que permite relajarse y descansar la mente por una hora y media, con colores brillantes y chistes fáciles. Usualmente los géneros de comedia y acción son los que caen dentro de esta definición. Encontramos ejemplos claros de esto en las películas de Fast and Furious, las de los Expendables y sobre todo en las de Transformers, entre otras. Pero como siempre, existe una excepción a la regla. Y hoy voy a hablar de esa excepción, el pronto a ser clásico Mad Max: Fury Road.   
  Voy a ser totalmente honesta, nunca vi las primeras tres películas de esta franquicia, sabia que trataban de un mundo post apocalíptico, que estaban dirigidas por un australiano y que gracias a ellas Mel Gibson se había hecho famoso, pero nunca me llamaron la atención. Por eso fue que cuando me enteré que se iba a estrenar una cuarta parte después de tantos años (la ultima había salido en el 85) ni se me cruzó por la cabeza verla. Pensaba que era otro intento de Hollywood de explotar el mercado de la nostalgia para ganarse unos pesos a través de otra película de acción excedida de CGI con un protagonista macho pecho peludo y alguna mujer como interés romántico. Solo a partir de ver todas las buenas criticas que le estaban dando me picó el bicho de la curiosidad. Y después de que me decidí a verla tuve que retarme a mi misma por haber prejuzgado y haberme perdido por tanto tiempo semejante peliculón. 
  ¿Cuál es el argumento? Simple. El mundo se convirtió en un desierto después de un holocausto nuclear, donde el agua y la gasolina son recursos escasos y muy valiosos, y la decencia y moral humana casi desaparecieron con tal de lograr sobrevivir. En este quilombo de lugar seguimos a Max Rockatansky (interpretado por Tom "no se lo que es actuar mal" Hardy), un solitario que es atrapado por el ejercito del tirano Inmortan Joe, los War Boys, y llevado a la ciudadela de este. Ahí, Joe esta por mandar un camión a buscar mas gasolina, a cargo de la teniente Furiosa (la multifacética chica J'adore, Charlize Theron). Pero lo que no sabe este tirano es que Furiosa tiene otros planes, que incluyen huir de su reinado del terror, liberar a las cinco "esposas" de Joe y volver al hogar de donde fue arrebatada. Por una serie de circunstancias, Max se les va a unir en esta cruzada en búsqueda de redención y libertad. 
  Ahora, ¿por qué digo que esta película va a convertirse en un clásico con el pasar de los años? Fácil. Porque es algo ingenioso, fresco, distinto a lo que los mega tranques de acción que Hollywood nos tiene acostumbrados. George Miller, el director de toda la saga y creador de la historia, demuestra que a sus 70 años tiene los pantalones bien puestos a la hora de filmar escenas de acción, a diferencia de varios directores jóvenes (te estoy mirando a vos Michael Bay)  y que todavía tenia mucho que decir. Este film es un regreso a los viejos tiempos, donde las palabras eran pocas y se dejaba que las imágenes hablaran por si solas. Miller nos da el dialogo justo y necesario y son las acciones de los personajes las que nos permiten definirlos. Además de utilizar en casi su totalidad efectos prácticos para las escenas. Cuando un auto explota, explota en serio. Nada de imágenes hechas por computadoras de medio pelo que te cortan completamente la ilusión de que lo que ves podría suceder en realidad.   
  Pero, y esto es lo mejor de la película para mi, el director australiano nos engaña. Porque en esta historia Max no es el protagonista. Su nombre en el titulo es solo una excusa para atraer mas gente y ubicarnos en que mundo nos vamos a meter. Acá la verdadera protagonista es Furiosa, Max es solo un personaje secundario (él tiene un motivo, si, sobrevivir, pero el foco de la cinta pasa por otro lado), que funciona como guía para el espectador, nosotros vemos desde el punto de vista de él. Miller reivindica totalmente el rol de la mujer en el cine y nos entrega, con Furiosa, el personaje femenino mas fuerte desde Sarah Connor en Terminator 2. Ademas de secundarios femeninos maravillosos como las esposas que se niegan a ser objetos y señoras de mas de 60 años manejando motos armadas con escopetas. Todas tienen una personalidad definida, nadie existe exclusivamente para mostrar su toto o sus bubbis o ser el interés romántico de alguien mas. Mención aparte para Charlize Theron, que la descose en su papel de mujer dañada pero fuerte, independiente y patea culos que busca regresar a su hogar y recuperar la identidad que le robaron de chica.
  Miren la película, no le den vueltas. No es necesario que vean la trilogía anterior, se entiende sin problemas. Van a ser unas de las mejores dos horas de su vida. Es totalmente distinta a cualquier otra cinta de acción que alguna vez vieron. Por algo los críticos la nombran como la mejor película de acción de los últimos tiempos. Yo con cada vídeo que veo donde se la analiza me enamoro cada vez mas y me hace dar cuenta que es mucho mas profunda de lo que puede parecer en su superficie. Son estos films a los que hay que darles nuestro apoyo, demostrarle a la industria que se pueden hacer mega producciones pochocleras con contenido, donde la mujer puede ser otra cosa que un objeto sexual, y tener éxito. 

sábado, 20 de mayo de 2017

Top Hat (1935)

Cine y música. Música y cine. Dos géneros que van prácticamente de la mano. ¿Qué seria de las películas sin la banda de sonido, ya sea de canciones o instrumental? Se puede decir tanto sin la necesidad del dialogo, solo una canción sonando y las expresiones de los actores. El bebé que surge de una noche de borrachera y pasión de estos dos géneros no es otro que mi amado musical, donde música y lenguaje cinematográfico se yuxtaponen para contar una historia. Y hoy vamos a ir bien atrás en el tiempo, hasta la década del 30, para hablar de un clásico de la era dorada del cine y pilar fundamental en la historia de los musicales: Top Hat (Sombrero de Copa por estos lares).
Corría el año 1935 y Estados Unidos, como casi todo el mundo, estaba pasando por un momento de crisis profunda. El cine servia como un escape de hora y media de la cruel realidad y Hollywood, consciente de esto, producía películas que fueran divertidas, alegres. con final feliz. En otra palabras,
livianas, como bien lo demostró Woody Allen en The Purple Rose Of Cairo de 1987. Dentro de toda esta movida se estrena Top Hat, un film de comedia musical que cuenta los desencuentros entre el bailarín Jerry Travers (interpretado por Fred "se hacer todo bien" Astaire, y si no saben quien es, media pila chicos, es Fred Astaire) y la chica de clase alta Dale Tremont (interpretada por la siempre diosa de Ginger Rogers), quien rechaza a Travers al confundirlo por el marido de una de sus amigas.
Leído así nomas, la trama parece bastante simplona, y siento totalmente sincera, lo es. Pero no importa, porque los musicales de esa época no tenían grandes historias, el argumento solo era una excusa que conectaba las mejores escenas de baile y canto que van a ver en su vida. Y es que eso es lo que hace que esta cinta se destaque de los múltiples musicales que surgían por esos años, la hermosa música a cargo del dúo asesino compuesto por Irving Berlin (un letrista de la puta madre, búsquenlo que tiene una historia re interesante) y Max Steiner (compositor para clásicos tales como Casablanca y Gone With The Wind), las coreografías hechas por Hermes Pan y el mismo Astaire que te dejan sin aliento. Igual acá el protagonista indiscutido de la película es la pareja de Rogers y Astaire, su química cuando bailan es única (por algo hicieron 10 películas juntos), es imposible no emocionarse al verlos moverse con tanta elegancia y soltura.
Por lo visto no soy la única que siente un amor incondicional por este film, puesto que siempre aparece en las listas de mejores musicales, fue nominada a 3 Oscars, incluyendo Mejor película (si gente, hubo un tiempo en que estaba permitido darle Oscars a mejor película a comedias livianas), fue seleccionada en 1990 para preservarse en el Registro Nacional del Cine de Estados Unidos por la Biblioteca del Congreso al ser cultural, histórica y estéticamente significativa, y las escenas de canciones como "Cheek to cheek" y "Top hat, white tie and tails" son clásicos indiscutidos que forman parte del imaginario colectivo popular.
Miren Top Hat, van a disfrutar de un cine que ya casi no se hace, donde los planos son enteros para que se pueda apreciar a los actores bailar en todo su esplendor. Nada de esos planos detalles de los pies para disimular que en realidad es un doble y el actor principal no sabe bailar. Y no se vale mirar los bailes solos en Youtube, que el guión tiene varios momentos graciosos. Intentos de snobs anti musicales y películas blanco y negro abstenerse.


  
 

jueves, 18 de mayo de 2017

The Crow (1994)

Vamos a inaugurar este blog con una película acorde al día lluvioso de hoy, una de mis favoritas, que a pesar de su tonalidad te deja con una sensación esperanzadora: The Crow (El cuervo en español).
Primero, un poco de historia. The Crow está basada en el cómic del mismo nombre, creado por el artista norteamericano James O'barr en 1989 en un intento de lidiar con sus sentímientos de ira y tristeza luego de que perdiera a su novia a manos de un conductor borracho. En este, el protagonista, Eric, junto a su prometida, son brutalmente asesinados por una pandilla. Él es revivido por un cuervo que le da habilidades especiales, tales como regeneracion de su cuerpo y no sentir dolor, con el fin de buscar justicia y hacer pagar a las personas responsables de sus muertes. El cuervo es el guía del protagonista, sus ojos en el cielo, además de funcionar como la conexión entre el mundo de los vivos y el más allá. 
La película sigue casi al pie de la letra la historia del cómic, siendo nuestro protagonista el músico de rock Eric Draven (acá interpretado por Brandon Lee, hijo de Bruce Lee). Durante una ola de crímen desatada en su ciudad, Eric muere al ser tirado por la ventana de su departamento, mientras que su prometida es atacada sexualmente, y después de varias horas de sufrimiento en el hospital, fallece también. Nuestros villanos son un grupo de mercenarios, liderados por un demente que se hace llamar T-Bird (interpretado por David Patrick Kelly, el de "Waaarriiioors, come out to plaaaaaay"), que a su vez responde a las órdenes del capo mafioso Top Dollar (Michael Wincott). Un año después, el cuervo va a decidir traer devuelta a la vida a Eric para que este pueda vengar, con la ayuda de un policía honesto (interpretado por Hernie Hudson, el ghostbuster negro), a su novia y así su alma descansar en paz. 
Ahora, The Crow ya estaba en boca de espectadores y críticos antes de estrenarse. ¿Por qué? Cuando la película estaba finalizando su rodaje (marzo de 1993) hubo un accidente. Uno de los del equipo auxiliar no revisó el barril de la pistola que se utilizaría en una de las escenas, que involucraba pegarle un tiro al personaje de Lee, y no vio los restos de una bala de utilería que había quedado trabada. Al dispararse la pistola, el resto de bala salió con igual fuerza que una de verdad, hiriendo de gravedad al actor en el abdomen. Lo llevaron de urgencia al hospital pero la suerte ya estaba echada. Brandon Lee fallecia así un 31 de marzo de 1993 a los 28 años. ¿Qué se hacia ahora? ¿Se completaba la película? ¿Se la dejaba así y que nunca viera la luz por respeto a Brandon y su familia? Tras varias vueltas, el director, Alex Proyas, decidió que se terminaría con un doble al que se le agregaria digitalmente la cara de Lee para las pocas escenas faltantes.
Pero vamos a lo importante, después de todos los problemas, la película ¿es buena? Ya por la primer
oración de esta entrada podrán deducir que su humilde servidora ama este film. Paso a explicar el por qué: primero, la estética. Usando como trasfondo una Detroit decadente, todo se ve abandonado, triste. La paleta de colores es oscura, para acompañar la onda gótica/emo de los vestuarios y maquillaje. Pero no se confundan, la pelicula es oscura pero no se ve oscura. A diferencia de las producciones actuales donde la iluminación es escasa para ahorrar costos, acá los movimientos, las expresiones, todo se puede apreciar sin problemas a pesar de que el 90% de la historia sucede de noche. Esta sería la película debut de Proyas (Dark City; I, robot) y se nota que el estilo que lo definiría en los '90 iba de la mano con el del cómic de O'barr. Las actuaciones estan muy bien también. En un elenco sin nombres hiperconocidos (salvando por Ernie Hudson que venia de pegarla en los '80), todos cumplen a la perfección con sus papeles. Es más, yo creo que, aunque todavía era muy fresco en cuanto a tema actuación, Brandon Lee se podría haber convertido fácilmente en una de las estrellas de acción de la década. Mejor que Steven Segal seguro. Igual, lo que más se destaca acá es el guión, manejando muy bien los momentos dramáticos sin pasarse de rosca, sabiendo cuando utilizar el humor, siendo violento pero solo lo suficiente y tratando temas como la mortalidad y el duelo de forma muy satisfactoria. Mención aparte al soundtrack, para el cual aprovecharon que el personaje principal es músico de rock, y metieron unas bandas que son la frutilla del postre: The Cure, Pantera, Rage Against The Machine, Nine Inch Nails, Stone Temple Pilots, etc. Una locura.
Denle una chance a la película, es entretenida, no dura nada (un poco mas de hora y media) y te deja pensando algunas cosas. Datito de color: si les gusta el Joker de Heath Ledger, acá van a ver que sacó varias cosas del Eric Draven de Lee.
Los dejo con mi frase favorita:

“Cuando las personas que amamos nos son arrebatadas, la mejor manera de mantenerlas con vida es no dejar de amarlas. Los edificios se incendian, la gente muere pero el amor verdadero es para siempre."