jueves, 18 de mayo de 2017

The Crow (1994)

Vamos a inaugurar este blog con una película acorde al día lluvioso de hoy, una de mis favoritas, que a pesar de su tonalidad te deja con una sensación esperanzadora: The Crow (El cuervo en español).
Primero, un poco de historia. The Crow está basada en el cómic del mismo nombre, creado por el artista norteamericano James O'barr en 1989 en un intento de lidiar con sus sentímientos de ira y tristeza luego de que perdiera a su novia a manos de un conductor borracho. En este, el protagonista, Eric, junto a su prometida, son brutalmente asesinados por una pandilla. Él es revivido por un cuervo que le da habilidades especiales, tales como regeneracion de su cuerpo y no sentir dolor, con el fin de buscar justicia y hacer pagar a las personas responsables de sus muertes. El cuervo es el guía del protagonista, sus ojos en el cielo, además de funcionar como la conexión entre el mundo de los vivos y el más allá. 
La película sigue casi al pie de la letra la historia del cómic, siendo nuestro protagonista el músico de rock Eric Draven (acá interpretado por Brandon Lee, hijo de Bruce Lee). Durante una ola de crímen desatada en su ciudad, Eric muere al ser tirado por la ventana de su departamento, mientras que su prometida es atacada sexualmente, y después de varias horas de sufrimiento en el hospital, fallece también. Nuestros villanos son un grupo de mercenarios, liderados por un demente que se hace llamar T-Bird (interpretado por David Patrick Kelly, el de "Waaarriiioors, come out to plaaaaaay"), que a su vez responde a las órdenes del capo mafioso Top Dollar (Michael Wincott). Un año después, el cuervo va a decidir traer devuelta a la vida a Eric para que este pueda vengar, con la ayuda de un policía honesto (interpretado por Hernie Hudson, el ghostbuster negro), a su novia y así su alma descansar en paz. 
Ahora, The Crow ya estaba en boca de espectadores y críticos antes de estrenarse. ¿Por qué? Cuando la película estaba finalizando su rodaje (marzo de 1993) hubo un accidente. Uno de los del equipo auxiliar no revisó el barril de la pistola que se utilizaría en una de las escenas, que involucraba pegarle un tiro al personaje de Lee, y no vio los restos de una bala de utilería que había quedado trabada. Al dispararse la pistola, el resto de bala salió con igual fuerza que una de verdad, hiriendo de gravedad al actor en el abdomen. Lo llevaron de urgencia al hospital pero la suerte ya estaba echada. Brandon Lee fallecia así un 31 de marzo de 1993 a los 28 años. ¿Qué se hacia ahora? ¿Se completaba la película? ¿Se la dejaba así y que nunca viera la luz por respeto a Brandon y su familia? Tras varias vueltas, el director, Alex Proyas, decidió que se terminaría con un doble al que se le agregaria digitalmente la cara de Lee para las pocas escenas faltantes.
Pero vamos a lo importante, después de todos los problemas, la película ¿es buena? Ya por la primer
oración de esta entrada podrán deducir que su humilde servidora ama este film. Paso a explicar el por qué: primero, la estética. Usando como trasfondo una Detroit decadente, todo se ve abandonado, triste. La paleta de colores es oscura, para acompañar la onda gótica/emo de los vestuarios y maquillaje. Pero no se confundan, la pelicula es oscura pero no se ve oscura. A diferencia de las producciones actuales donde la iluminación es escasa para ahorrar costos, acá los movimientos, las expresiones, todo se puede apreciar sin problemas a pesar de que el 90% de la historia sucede de noche. Esta sería la película debut de Proyas (Dark City; I, robot) y se nota que el estilo que lo definiría en los '90 iba de la mano con el del cómic de O'barr. Las actuaciones estan muy bien también. En un elenco sin nombres hiperconocidos (salvando por Ernie Hudson que venia de pegarla en los '80), todos cumplen a la perfección con sus papeles. Es más, yo creo que, aunque todavía era muy fresco en cuanto a tema actuación, Brandon Lee se podría haber convertido fácilmente en una de las estrellas de acción de la década. Mejor que Steven Segal seguro. Igual, lo que más se destaca acá es el guión, manejando muy bien los momentos dramáticos sin pasarse de rosca, sabiendo cuando utilizar el humor, siendo violento pero solo lo suficiente y tratando temas como la mortalidad y el duelo de forma muy satisfactoria. Mención aparte al soundtrack, para el cual aprovecharon que el personaje principal es músico de rock, y metieron unas bandas que son la frutilla del postre: The Cure, Pantera, Rage Against The Machine, Nine Inch Nails, Stone Temple Pilots, etc. Una locura.
Denle una chance a la película, es entretenida, no dura nada (un poco mas de hora y media) y te deja pensando algunas cosas. Datito de color: si les gusta el Joker de Heath Ledger, acá van a ver que sacó varias cosas del Eric Draven de Lee.
Los dejo con mi frase favorita:

“Cuando las personas que amamos nos son arrebatadas, la mejor manera de mantenerlas con vida es no dejar de amarlas. Los edificios se incendian, la gente muere pero el amor verdadero es para siempre."

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