sábado, 22 de diciembre de 2018

Showgirls (1995)

Hoy es el día. Hoy por fin tocamos ese hermoso antro de "género", por así decirlo, de las películas tan malas que son buenas. ¿Cómo un film al que se lo considera malo ser a la vez bueno? Fácil, que gracias a todas sus fallas, que por cada dialogo malo, actuación mediocre, edición medio pelo, efectos y escenografía mas que cuestionables, resulte totalmente entretenido. Una experiencia tan placentera y que le brinda tantas alegrías al espectador que prefiere ver por décima vez una cinta que objetivamente tiene muy poco de bueno que ponerse a mirar una película de mayor prestigio. Hay algo adictivo en toda la experimentación. Es básicamente como el tomaco de Los Simpsons, sabe horrible pero necesitas más. ¿Qué se necesita para entrar en esta categoría? No mucho. En realidad, el elemento crucial que debe poseer el film y que hace que el grupo que forma este "género" sea tan heterogéneo (no importa si sean productos de estudios de renombre y gran presupuesto o independientes y con un peso partido al medio) es que haya fallado espectacularmente en lo que se hayan propuesto sus creadores, usualmente directores y guionistas, lograr con dicha cinta. Planet 9 From Outer Space, considerada la madre de toda esta categoría cinematográfica, Ed Wood la veía como la obra maestra de ciencia ficción que lo consagraría a él como director; The Room, probablemente la mas popular de todo este grupo, iba a ser el drama que definiría una época y haría de una estrella a Tommy Wiseau; el desastre hermoso Un Buen Día se convertiría en la versión argentina de la trilogía Antes del Amanecer/Atardecer/Anochecer, etc. Todo intento de redefinir un género, sea terror, acción, drama, ciencia ficción, fracasa de forma miserable y, como un accidente de auto que nos horroriza pero no podemos dejar de mirar, se convierte en un festival de humor inintencional y momentos incómodos. Y la película que toca hoy cumple con todas estas características sin esfuerzo alguno, el intento de drama erótico y uno de los mejores films para consumo irónico que nos dejó los 90: Showgirls.
¿De que va la historia? Nomi Malone (interpretada por Elizabeth Berkley, conocida por participar en el show infantil de Nickelodeon, Saved By The Bell, buscando con este papel algo que Miley Cyrus también buscaría casi dos décadas después, sacarse la imagen de estrella infantil con una sexualización intensa y repentina) llega a Las Vegas con la idea de convertirse en una bailarina de esos enormes shows que ofrecen los hoteles/casino de ahí. Por las vueltas de la vida se hace amiga y termina viviendo con Molly, una modista que trabaja para un show topless muy importante. Mientras espera su oportunidad para brillar, Nomi consigue trabajo en un bar de striptease. Gracias a Molly, Nomi va a entrar, de a poco, en el mundo del que ella tanto desea formar parte, pero tal vez las cosas no sean tan glamorosas como a ella le parecían.
¿Qué es lo que hace de esta película un verdadero disfrute de ver? Cada elemento que constituye al conjunto suma su pequeño grano de arena para lograr ese efecto humorístico no deseado, pero el destacado indiscutible es el guión. Escrito por Joe Eszterhas (que venia de los éxitos de Flashdance y Basic Instinct) a partir de mas de 200 entrevistas a strippers que trabajan en Las Vegas, la historia buscaba reflejar la explotación que experimentaban las strippers en dicha ciudad, como las bailarinas eran humilladas, usadas y verbal y físicamente abusadas por los hombres poderosos. Pero del dicho al hecho hay un largo trecho, y lo que parece solido en papel puede resultar algo totalmente distinto al momento de pasarlo a la cámara. Diálogos irrisorios, subtramas paralelas que no van a ningún lado y no suman nada al desarrollo del film, momentos al borde del ridículo, una protagonista mal escrita a la cual que resulta irrealizable alentar para que logre sus objetivos, una de las mejores peores frases que escuché en mi vida (atentos a la discusión sobre el trabajo de stripper de Nomi entre ella y uno de sus intereses romáticos, James). Todo contribuye a la experiencia de estar expectantes y atentos a con que situación al límite de lo absurdo nos va a sorprender el guión a continuación.  
Imposible no mencionar a las actuaciones, lideradas por una Elizabeth Berkley desesperada por que la tomen como una actriz madura y seria, apareciendo en topless en casi el 75% de la película y protagonizando escenas de sexo anatómicamente impracticables (no seria raro que Tommy Wiseau las hubiera usado de inspiración para realizar las escenas de sexo de The Room) y con una cara de pocos amigos y un casi inexistente carisma. También cabe destacar a Kyle MacLachlan (Dale Cooper para los fans de Twin Peaks) como un "villano" que jamás funciona, con un corte taza a medio hacer y celular siempre en mano, aunque el intento es mas que apreciable. Mención aparte para las coreografías, que son menos coreografías y mas un conjunto de piruetas y movimientos bruscos que alguien pensó que eran sensuales (en el Bailando de Showmatch han habido cosas mas elaboradas y elegantes). Paul Verhoeven, el director, mas conocido por sus cintas de ciencia ficción como Robocop y Total Recall, no sabe como filmar escenas de baile, a pesar de sus ganas de que esta cinta fuera la realización de su deseo de hacer un gran musical estilo MGM. 
Showgirls es algo que debe ser experimentado por uno mismo para entender el fenómeno de consumo irónico en el que se convirtió con el pasar de los años, salvandola del olvido luego de haber fracasado estrepitosamente en la taquilla y ser vapuleada por los críticos. No duden en mirarla y disfrutar de una comedia inintencional, perfecta para una juntada entre amigos con alcohol de por medio. Sus dos horas de duración ni se sienten con tanta cosa mal hecha para observar. Eso si, no es recomendable verla con familiares cerca si se quieren ahorrar momentos de incomodidad. 
             

martes, 27 de noviembre de 2018

Les Parapluies de Cherbourg (1964)

Luego de una ausencia debida a fuerzas mayores, retornamos a la recomendación de películas con nada menos ni nada mas ni nada menos que un musical. Pero no cualquier musical, sino uno bastante particular. En el cine, los films de género musical se pueden diferenciar en dos grupos: los que básicamente no tienen diálogo, el guión son una canción atrás de otra y cada movimiento de los personajes y extras está fríamente calculado, dando la sensación de una coreografía de larga duración (muchas veces suelen ser adaptaciones de shows de Broadway, como Les Miserables); y los que tienen números musicales específicos entre el diálogo, momentos donde se tira toda la carne al asador para expresar las emociones de uno o más de los personajes, los protagonistas de la escena tienen su oportunidad para lucirse tanto vocalmente como en su capacidad para la danza y en el cual mayor intensidad significa mayor cantidad de extras perfectamente coordinados (las producciones animadas de Disney de los 90 tienen una maestría en este sector). La película que les propongo hoy se mantiene al margen de estos dos tipos, siendo una rareza en el género. Estoy hablando del clásico francés de los sesenta: Les Parapluies de Cherbourg (Los Paraguas de Cherburgo por estos lares).
¿Cuál es la trama? Geneviéve (interpretada por una debutante Catherine Deneuve, lista para comerse al mundo y convertirse en la IT girl de los 60/70) es una adolescente de 16 años que vive en el pueblo costero de Cherburgo, Francia, con su madre, a la cual ayuda en su pequeña boutique de paraguas. Ella está profundamente enamorada de Guy (interpretado por Nino Castelnuovo), un joven mecánico cuyas únicas preocupaciones son cuidar a su tía enferma y poder casarse con Geneviéve. Todo pareciera marchar en orden hasta que Guy recibe una carta que le informa que es reclutado para servir en la guerra contra Argelia, y la pareja pronto se dará cuenta que la realidad es un poco mas compleja de lo que creían.
 ¿Qué es lo que diferencia a este film de otros musicales? Que todo el guión esta cantado ¿Pero no caería dentro del primer grupo de musicales? No, porque este no es un caso de una canción atrás de otra, sino que el diálogo, en vez de ser hablado, se canta. Al mejor estilo ópera, el universo que establece la película desde el minuto cero es que acá las personas no hablan para comunicarse, cantan, dándole una característica única dentro del género. Pero nada de coreografías elaboradas para cada movimiento, nada de extras que se suman de la nada a cantar, nada de canciones con estribillos pegadizos para que después se venda bien el soundtrack. Todo sigue funcionando igual que en el mundo real, con la excepción de que la gente no sabe emitir palabras a menos que sea cantando, acompañados por una banda sonora orquestal durante los noventa minutos de duración. Michel Legrand (al que se le abrirían las puertas de Hollywood con este film y pasaría a ganar premios con películas como El caso Thomas Crown) y sus hermosas composiciones de jazz, de simples ritmos y arreglos pero que se complementan perfectamente con la lírica, junto con las coloridas escenografías y vestuarios, son las estrellas indiscutidas de la cinta. 
 Segunda pero no menos importante es la historia. Aunque en un principio parece que vamos a ver otro caso de dos adolescentes que se aman y cuya relación va a ser puesta a prueba por algún conflicto externo (pares exigentes y la guerra son un gran combo) para luego triunfar el amor con un gran y épico final feliz, Jacques Demy tiene un as bajo la manga. El cineasta francés pone a disposición del guión todos los recursos cinematográficos de la época para poder retratar de la forma más fiel posible lo que implica el amor, crecer, tener que adaptarte a la naturaleza impredecible de la vida y aceptar que a veces las cosas no se cumplen del modo que uno espera. Página de la cual, 52 años después, Damien Chazelle tomaría nota a la hora de cranear y hacer La La Land.
Así que si andan con ganas de ver una película romántica más que especial y con gran música no duden en mirar Los Paraguas de Cherburgo. No le tengan idea a que el film sea todo cantado, luego del shock inicial no van a tardar en sumergirse en su universo y disfrutar de una hora y media de una hermosa estética, bien colorida y sesentosa, y una linda historia sobre la vida misma.
   

lunes, 13 de agosto de 2018

The Guest (2014)

Hablemos sobre la década de los 80, esa década que muchos extrañan y otros no vivimos pero que, como diría Sabina y al mejor estilo "Midnight in Paris", añoramos lo que nunca jamás pudimos experimentar. ¿Qué es lo que hace que esos años sean tan queridos? Básicamente, todo lo que gire alrededor del campo artístico (porque si nos fijamos en lo político, económico y social ya no dan tantas ganas de revivirlos), la música, el surgimiento y auge de tantas bandas y músicos que ahora son considerados de los mas grosos, las películas de terror sobrenatural, de acción, las comedias adolescentes y de fantasía dominaban las taquillas, y la moda, con esos afros llenos de fijador, aros gigantes, polainas, ropa de colores bien brillantes y muchas hombreras. Todo este amor ochentoso es la razón de porque en estos últimos años venimos experimentando homenajes y productos de lo mas variados empapados de esa nostalgia por un tiempo que habría sido mejor. Están los que solo buscan aprovecharse de esta tendencia actual para hacerse de unos pesos extra, teniendo como resultado series, films o álbumes sin ningún tipo de propósito y carentes de pasión. Del otro lado tenemos a quienes realmente siente cariño por esta década y lo que representa y solo buscan hacer un tributo a aquello que les dio tantas alegrías (Stranger Things es un gran ejemplo), y la película de hoy entra sin problemas en este último grupo, la que es una linda carta de amor a las cintas de terror de los 80: The Guest (El Invitado en español).
¿De qué va la historia? Los Peterson son una familia que hace muy poco perdieron a su hijo mayor en la guerra de Afganistán y lidian como pueden con esa tragedia. Un día, cerca de la fecha de Halloween, cae un desconocido en su casa, un tal David Collins (interpretado por el británico amado por tu mamá hasta tu hermana, Dan Stevens, mas conocido como Matthew Crawley en Downton Abbey y la bestia en la última remake de la Bella y la Bestia), que dice haber conocido a su hijo en el ejército. Con su carisma y encanto David se va ganando uno a uno a los miembros de la familia y logra que lo inviten a quedarse unos días en su casa, ayudando en distintos aspectos familiares. Las cosas parecen mejorar para los Peterson, pero este nuevo invitado parece tener un par secretos que podrían reaparecer.   
¿Qué hace que se destaque esta película entre tantas producciones que apuntan a los fanáticos del terror ochentoso? Un par de cosas. Primero, la parte de homenaje se siente genuina y esta muy bien hecha. Las influencias de John Carpenter están ahí, desde ciertas piezas instrumentales que recuerdan a las composiciones que el director realizaba para sus propios films, hasta ciertos ambientes que retrotraen a la cinta Halloween. También se siente la presencia del Terminator de James Cameron, con una amenaza imparable que siempre esta un paso adelante. Por suerte, el dúo de Adam Wingard, el director (que después dirigiría el desastre que fue la adaptación de Death Note para Netflix), y Simon Barrett, el guionista, saben que el género de horror tenia fallas o ciertas características medio cursis y las abrazan, dando como efecto final una mezcla de suspenso, acción y pizcas de comedia con las explicaciones justas y necesarias y con un final que, sin exagerarles, me dejo aplaudiendo a la pantalla de la computadora.   
Lo segundo, las actuaciones de los protagonistas. Dan Stevens muestra sus capacidades actorales con este papel, donde pasa de la pura simpatía a dar miedo en un pestañeo, que después terminaría de explotar protagonizando la serie Legion. Desde que aparece, sabes que hay algo mal con este personaje misterioso pero tiene tanto carisma que terminamos poniéndonos de su lado de a ratos. Maika Monroe (que el mismo año también seria la protagonista de It Follows) es quien va a desconfiar de David y hacerle frente cumpliendo el rol de la Sarah Connor de esta década con creces. Mención aparte a la banda de sonido, llena de canciones con sintetizadores por doquier que van como anillo al dedo con el ambiente que la cinta busca evocar. 
Así que si andan con ganas de ver un film entretenido, con tiros, buena música, actuaciones atrapantes y que a su vez es un lindo tributo de género, miren The Guest. Es corta (dura una hora y media), concisa y te deja con ganas de chusmear esas películas a las que hace honor.   

domingo, 22 de julio de 2018

12 Angry Men (1957)

La película perfecta. ¿Existe? ¿Hay algo en el mundo cinematográfico que este remotamente cerca de la perfección? Como bien se sabe, el arte es subjetivo, y en el cine, lo que un crítico puede llamar un film "de 10" para un amante del cine puede ser como un 5, y ninguno de los dos estaría equivocado necesariamente. Todas las cintas que les recomendé hasta ahora son de mis preferidas o me gustan mucho (en mi mente son un 10 rotundo) pero reconozco que tienen fallas que yo puedo pasar por arriba sin problemas, pero otra persona no, y viceversa. Pero, como siempre, existe la excepción a la regla, y algunas películas realmente se las puede catalogar de excelentes, no importa cuan objetivos nos pongamos. Son lo mas cercano a la palabra "perfecto" que se puede encontrar en el séptimo arte, y el film que hoy les voy a recomendar fuertemente es uno de ellos, el clásico indiscutido: 12 Angry Men (más popularmente conocida por estos lares como 12 Hombres En Pugna).
Adaptada del guión que un principio se utilizó para el especial de televisión del mismo nombre transmitido en vivo en 1954 por la CBS, la trama se centra alrededor de un jurado compuesto por doce hombres, de distintas edades, trabajos y grupos sociales, que debe juzgar a un chico de 18 años de barrio mas que humilde acusado de haber asesinado a su padre. La decisión tomada debe ser si o si unánime, y si concluyen que es culpable, sera enviado a la silla eléctrica. Todos los hombres parecen seguros de que el acusado realmente cometió el crimen, pero cuando llega el momento de votar las cosas se complican, hay once que votaron por culpable y uno por no culpable. Solo hay dos opciones: o los once convencen al que piensa distinto a ellos o el que voto por no culpable trata de que el resto cambie su opinión. 
Ahora, ¿por qué digo que a esta película se la podría catalogar de "perfecta"? Fácil, todo lo que hace a un film, guión, actuaciones, dirección, cinematografía, acá esta a su máximo potencial. El debutante Sidney Lumet (que a lo largo de los años no dejaría de entregar clásico tras clásico como Serpico, Dog Day Afternoon o Muder On The Orient Express, por nombrar algunos) saca lo mejor de cada uno de sus doce actores y su manejo de la cámara es mas que destacable. Lumet nos hace sentir a nosotros, los espectadores, el sentimiento de encierro al que están sometidos los personajes que no saben cuanto mas van a estar metidos discutiendo en esa sala en el día mas caluroso del año, utilizando planos cada vez mas cerrados en un film que, salvo por el principio y el final, transcurre en su totalidad en una misma habitación. El elenco, lleno de actores consagrados de los años 40, 50 y 60, y encabezados por el gran Henry Fonda (padre de Jane y Peter Fonda, y que tal vez ubiquen por actuar en Once Upon A Time In The West), caracterizan sin problemas a estos hombres comunes con caracteres bien marcados a quienes se les han encargado tomar una decisión de vida o muerte.
Pero lo mas importante, lo que se lleva todos los aplausos, es el guión. Todo el film es básicamente un estudio de la sociedad. Cada uno de los personajes representa alguna de las personalidades que podemos encontrar cualquier día: el prejuicioso, el chanta, el ingenuo, el frívolo, el que solo se basa en lo lógico, el que hace lo que hace el resto porque solo quiere ser popular, el que es macho pecho peludo porque los sentimientos son para débiles, el que siente empatía por el otro y se pone en su lugar, y los expone. La cinta hace que uno se pregunte ¿Qué haría yo en la misma situación? Con supuestas pruebas evidentes de culpabilidad, ¿Tan livianamente decidiría sobre el destino de otra persona? y mas importante aún ¿Con el discurso de quién me identifico? La temática y los diálogos, a pesar de que la película ya tiene 61 años, resulta totalmente actual, lo que dice mucho sobre la calidad del guión.
Así que si buscan algo para mirar en estos días grises y fríos, esta es su oportunidad perfecta para ver 12 Angry Men, les prometo que va a ser una hora y media de su vida bien utilizada. Que el hecho de que sea "vieja" y en blanco y negro no les cause rechazo porque se estarían perdiendo de algo de gran calidad y de importante peso social e humano.               

domingo, 20 de mayo de 2018

Moulin Rouge! (2001)

Tu película preferida. ¿Cómo la definís? ¿Qué es lo que la hace destacar? ¿Qué es lo que tiene que todo el resto de films que viste durante tu vida no tienen? Es algo muy personal. El cine, como todo tipo de arte, es subjetivo por naturaleza. Lo que a uno le puede generar asombro a otro le puede causar aburrimiento. Pero usualmente el favoritismo por una película se divide en dos posibles grupos: los que buscan la perfección tanto técnica como argumentativa, buenas actuaciones, buen  guión, buena cinematografía, etc; y los que buscan una experiencia mas emocional, que están dispuestos a perdonarle fallas a cambio de sentir ciertas emociones. Quién les escribe es mas del segundo grupo, mi modo de determinar cuanto me gusta un film es la cantidad de veces que lo vi. Casi todas mis películas preferidas están lejos de ser consideradas material de premios (aunque algunas se lo merecen) pero lo importante pasa por otro lado, es lo que te genera y si, después de verla repetidas veces, ese sentimiento no se borro, ya se convirtió en una de mis favoritas. En mi caso funcionan casi como un refugio al que voy siempre que, por uno u otro algún motivo, las cosas no estén andando bien, y necesito escapar un rato para volver a sentir que todo esta ok. Y que mejor para ejemplificar esto y festejar el primer aniversario del blog que recomendadoles mi film preferido de todos los tiempos, el musical de 2001: Moulin Rouge.
Basada en la opera de 1853 de Giuseppe Verdi, La Traviata (que a su vez era una adaptación de la novela de Alejandro Dumas La Dama De Las Camelias), que cuenta la historia de una pareja separada por pertenecer a distintas clases sociales con un trágico final, la trama de la cinta gira alrededor de Christian (interpretado por Ewan McGregor, nuestro queridísimo Obi Wan Kenobi), un escritor que recién se acaba de mudar a París en el 1899 y que por esas vueltas de la vida termina en el Moulin Rouge, el cabaret manejado por el maestro de ceremonias Harold Zidler (interpretado por Jim Broadbent, quien los Potterheads ubiquen como el profesor Slughorn), donde se va a enamorar perdidamente de Satine, la estrella del lugar (una despampanante Nicole Kidman preparándose para romperla en el nuevo milenio). Pero la pareja no la va a tener fácil cuando el pretendiente de Satine, el Duque, compre las escrituras del cabaret para convertirlo en un teatro y poder asegurarse de que su "amada" sea toda suya.
¿Por qué este musical con un argumento simple y conocido de amor apasionado pero prohibido es mi película favorita? Resumiendo, hay dos grandes motivos. El primero, la música. Este film se caracteriza por recurrir a canciones ya existentes para armar su banda sonora (salvo por un solo tema nuevo) en vez de componer música original como cualquier otro musical, lo que contribuye a que suenen bandas y estilos de lo mas variados en una cinta que esta ambientada en la Francia de comienzos del siglo XX (desde música clásica hasta tango, desde Elton John, pasando por David Bowie hasta Nirvana). Y gracias a la experiencia de Baz Luhrman (conocido por dirigir la versión de Romeo y Julieta con Leo DiCaprio y la corta serie de Netflix The Get Down) en musicales teatrales, lo que podría ser una mezcolanza armada así nomas de canciones populares (te estoy mirando a vos Suicide Squad) fluye con coherencia y naturalidad, ayudando a que la trama avance en vez de hacerla parar. Cuando la vi por primera vez a mis 10-11 años no me imaginaba que esta película seria básicamente mi primer contacto con muchos artistas que años después conocería a fondo y amaría.
El segundo motivo: la temática. Igual que en La Traviata, el tema que atraviesa toda la cinta es el amor. Que sacrificios esta uno dispuesto a hacer por conseguirlo, y mucho mas, a que puede llegar una persona por asegurar el bienestar del otro. Pero al final del día lo importante es luchar por lo que uno siente, luchar por tus creencias y principios para poder ser libre al fin. Y por suerte, el elenco cumple con creces en transmitir esas emociones. Ewan McGregor y Nicole Kidman son el dúo perfecto, derrochan química ni bien están los dos juntos en pantalla, además de lucirse a la hora de cantar. Pero quien se roba el show acá es Jim Broadbent, que con su bigote retorcido y carisma chispeante te hipnotiza desde el primer momento y muestra que no tiene problema en pelar sus dotes dramáticos cuando el guión lo pide. Un lujo.
Hay muchas mas cosas de que hablar sobre esta cinta, como su impecable estética y vestuario, pero prefiero que eso lo descubran ustedes viéndola. Denle una oportunidad a Moulin Rouge, van a ser dos horas de su tiempo bien gastadas. No dejen que el hecho de que sea un musical los retraiga, no es su típico film musical. Porque tal vez, solo tal vez, pueda que ser convierta en su película preferida también. Y come what may...

miércoles, 11 de abril de 2018

Meeting People Is Easy (1998)

La banda de rock mas anticomercial, autónoma y exitosa del mainstream actual (Radiohead, por si mis adjetivos no fueron muy específicos) pisa por segunda vez nuestro país este sábado, después de casi una década, y que mejor forma de celebrarlo que recomendando, en la primer entrada temática del blog, uno de los mejores documentales sobre el tema de bandas y giras mundiales: Meeting People Is Easy (Conocer Gente Es Fácil).
Primero, algo de contexto. El año era 1997. Radiohead había sacado su tercer disco OK Computer, un álbum muy particular, lleno de letras abstractas y una sonoridad con muchas capas sobre el imparable consumismo y la alienación social y emocional que esto puede generar, que se convertiría en el mas exitoso del grupo, tanto comercialmente como con la crítica, hasta ese momento, y que tendría un impacto importantisimo en la música, generando un cambio de estilo en la escena británica (dominada por el britpop por ese entonces) e influenciando a muchas bandas por venir (Muse, Coldplay, por nombrar algunas). Ahora, como es normal en la industria musical, con un nuevo disco recién salido del horno, los cinco de Oxfordshire salían de gira mundial para promocionarlo, que incluía tocar por primera vez en Glastonbury como uno de los actos principales. ¿Qué mas se puede pedir, no? ¿Habían cumplido el sueño del pibe, de toda banda, no?
¿Qué hace que este documental se destaque del resto? Fácil, su forma de retratar como es la vida de una banda en pleno tour, con millones de entrevistas en el medio, el mismo setlist de canciones una y otra vez y tener todos los ojos encima tuyo esperando ver cual va a ser tu próximo movimiento. Creo que nunca vi una película de este tipo, que cuando se termina lo menos que queres es pegarla en la música. Usualmente, estos documentales tienden a mostrar, de una forma casi plástica, lo maravilloso que es ser un músico famoso, como todo es color de rosa con arcoiris y unicornios, tenes una horda de fans que te adora y como al final, los sueños realmente se cumplen (la sensación de falsedad alrededor de estos films es inevitable). Acá, la realidad atraviesa la pantalla y te da una cachetada. Sentís la monotonía en la que se siente atrapada la banda, el agobio de no poder salir de un ciclo interminable de recitales, entrevistas repetitivas y entregas de premios (les juro que después de un rato escuchar el inicio de "Paranoid Android" por décima vez es casi una tortura). Mas cuando uno se da cuenta que estos son chicos de veinti tantos que se encuentran en una situación de conflicto consigo mismos y el nivel de atención y presión que hay sobre ellos. Para el final de la gira, Thom Yorke, el cantante, pasaria por un periodo de depresión por el temor de nunca poder salir de la sombra de OK Computer y que la banda fuera etiquetada como algo de "un solo truco".
En este película la transparencia es todo. Soy de las que piensan que los films mas interesantes de este estilo, que documentan grupos musicales, son los que muestran a los artistas tal como son, imperfectos, usualmente con uno o dos problemas que no saben como resolver, con ciertas características que chocan con otro de los integrantes de la banda, porque se sienten reales y hasta identificables. Supersonic, Some Kind Of Monster o No Distance Left To Run son atrapantes porque nos dejan ver como algunos de los artistas mas importantes de la industria se relacionan con los demás a su alrededor y nos acercan un poco mas a entender como funciona su cabeza y los posibles motivos para su modo de comportarse (además, seamos sinceros, el bardo es algo que nos encanta ver). 
Para todos los fans de Radiohead y amantes de la música en general, no dejen pasar este documental, esta bien accesible en YouTube subtitulado en buena calidad. Realmente es una mirada distinta a todo lo que implica ser un músico con éxito y fama y da contexto al cambio sonoro que la banda llevaría adelante para su próximo disco, Kid A, y que los terminaría de establecer como uno de los grupos mas importantes en la música del nuevo siglo (parece que todo pasa por una razón, ¿no?).  

jueves, 29 de marzo de 2018

The Breakfast Club (1985)

La película adolescente sobre la secundaria. Un género hecho hasta el cansancio, ya con sus propios clichés, con resultados tanto buenos como malos, y que todos conocemos bastante bien. Los populares medio boludos que hacen bullying, los nerds cuatro ojos, la gordita simpática mejor amiga de la protagonista, el mariscal del equipo de fútbol americano con un corazón de oro, música pop-punk sobre la angustia adolescente, la chica tímida e inteligente que esta a un cambio de look de ser reina del baile y ganarse al chico de sus sueños. Pero si nos acercamos a los principios del género las cosas son un poco distintas, sobre todo en el film del que vamos a hablar hoy, uno de mis preferidos de siempre, un clásico ochentoso con todas las letras: The Breakfast Club (El Club De Los Cinco para el mundo hispano parlante).
Antes que nada, un poquito de historia. El tipo que escribió y dirigió esta película fue John Hughes, un hombre que básicamente creo este tipo de películas un año antes con la cinta Sixteen Candles y que construiría su carrera alrededor de films dirigidos a la juventud y aquellos mas grandes con espíritu joven, narrando historias sobre crecer, pertenecer, el miedo a convertirte en eso que odias, sentirse cómodo con quien es uno y de donde viene, que él creía importante contar. Ferris Bueller's Day Off y los guiones de las primeras tres Home Alone (si, los de Mi Pobre Angelito) son algunos de los trabajos que hizo el amigo John.
¿Cuál es la trama de la película? Simple. Cinco estudiantes que representan al pie de la letra distintos estereotipos de la secundaria (la mas popu, el deportista estrella, el rebelde, la rara y el nerd) van a la biblioteca de la escuela a pasar todo el sábado para cumplir detención, supervisados por un preceptor con muchos aires de superioridad. Pero ni bien estos chicos empiecen a interactuar entre ellos la forma en que ven a los demás y a ellos mismos va a ser cuestionada.
 Lo que convierte a este film en un clásico que se mantiene vigente hasta el día de hoy son los temas que trata y la manera en que lo hace. El señor Hughes agarra esos estereotipos que tan arraigados están en nuestra sociedad y hace la pregunta ¿Somos mas que esas etiquetas que los demás nos ponen, muchas veces por nuestros padres? ¿Qué hay detrás de esas etiquetas? Porque, se quiera o no, la escuela es un mundo propio de por si al que, de una forma u otra, tenemos que sobrevivir, y eso incluye hacer cosas o ser de un modo que no nos refleja 100% con tal de transitar esa etapa sin muchos problemas. Y todo eso queda plasmado en el guión. Los personajes se sienten reales, empatizamos con los 5 sin problema, entendemos sus acciones, lo que piensan, sus preocupaciones, la presión que sienten sobre ellos mismos. Tarde o temprano nos damos cuenta que nosotros alguna vez fuimos uno de esos estereotipos.
¿Y qué seria de buenos personajes sin buenos actores para interpretarlos? Creo que este debe ser uno de los pocos films con un casting perfecto, donde nadie desentona en el rol que se le dio. Molly Ringwald (musa de Hughes y la Julia Roberts de los 80 antes que Julia Roberts fuera conocida) es la princesita de secundaria perfecta, a Anthony Michael Hall le queda pintado el rol de nerd, tanto que se lo encasillaría por el resto de la década (recién haciendo de malote en Edward Scissorhands se lo vería distinto), Emilio Estevez (el hermano correcto de Charlie Sheen) te vende el papel de deportista estrella sin hacer esfuerzo, Ally Sheedy convence desde el minuto cero como la antisocial un poco excéntrica y Judd Nelson (hablemos de talento desperdiciado en las décadas siguientes) la rompe como el rebelde mas Way de todos que se roba tu corazón. 
No cuelguen y miren The Breakfast Club, va a ser un muy buen uso de una hora y media de su tiempo. Si citas a una de las mejores canciones de David Bowie, un número musical de la nada, cuestionamiento a la autoridad parental y uno de los mejores finales del cine en cuanto a músicalización y simbolismo no les llama, no se, mírense "Papá se volvió loco". Ademas esta en Netflix y todo. 

lunes, 26 de febrero de 2018

Clueless (1995)

Dejamos las películas aclamadas por la crítica por un rato para hablar de un tipo de cinta en particular, esas que jamas entrarían en la temporada de premios, que no fueron pioneras ni rompieron ninguna forma de barreras, pero que igual nos entretienen y divierten. Conocemos sus fallas y limitaciones (que en muchos casos ese es el motivo principal de que nos gusten tanto) pero eso no evita que las miremos de vez en cuando, ya sea online o porque la enganchamos en la tele, que nos sepamos casi todos los diálogos de memoria, porque de una forma u otra siempre que vemos ESE film, por el tiempo que dure, escapamos del mal día que estamos teniendo, somos "felices" si se quiere (yo propongo que llamemos al género "Que se curtan los demás, yo amo esta película no importa lo que digan"). Y la cinta de la que voy a escribir hoy cumple con todas esas características con creces, una de mis preferidas de esta clase: Clueless (conocida por acá con una traducción muy acertada como "Ni idea").
Ahora, Clueless es una adaptación bastante libre de la novela de Jane Austen publicada en 1815 Emma (que un año después de este film recibiría una adaptación directa con Gwyneth Paltrow como protagonista). La novela cuenta la historia de Emma Woodhouse, una joven de la alta sociedad que, a pesar de su estatus social es una chica educada y amable con las personas del pueblo campestre inglés en el que vive, que a partir del casamiento de su institutriz decide jugar a ser Cupido y buscarle pareja a sus conocidos mas cercanos.
¿En qué queda la película? Cher (interpretada por la chica Aerosmith Alicia Silverstone) tiene 16 años, es linda, tiene toda la plata, vive en Beverly Hills, y es la mas popular de su escuela. Todo esto no impide que tenga buena intenciones aunque superficiales. Después de lograr que dos profesores empiecen a salir para mejorar sus notas y que su ex hermanastro Josh (un novato Paul Rudd que ya daba todos los indicios de porque es el mejor) la acuse de siempre actuar pensando en ella, Cher descubre lo bien que se siente realizar buenas acciones y decide hacer más. Esto va a incluir aceptar a Tai, la chica nueva (una irreconocible Brittany Murphy en su primer rol cinematográfico), en su grupo de amigas, darle un cambio de imagen, buscarle novio, buscarse novio a ella misma y mas.
Resumida así nomas la trama puede sonar igual de superficial que nuestra protagonista y con poco para decir, pero no se dejen engañar, acá esta plasmada la juventud de los 90 en todo su esplendor. El vestuario, la música, la forma de hablar, las costumbres. No van a encontrar mejor capsula de la adolescencia en la década que esta. Además de reflejar sin problemas la vida del estudiante de secundaria (películas como "Mean Girls" van usar este film como fuente de inspiración), con las estrategias para tratar de levantar la nota, la reagrupación de los alumnos en distintos subgrupos, mantener una imagen, ir a jodas que quedan lejos de tu casa, los romances de colegio, etc. Ayuda mucho que el guión (escrito por la directora Amy Heckerling), aunque simple, jamas peca de pretencioso y este lleno de humor y frases para citar una y otra vez.
Lo otro que hace que esta cinta se destaque son sus personajes, llenos de carisma e identificables. Cher es superficial, colgada, algo egoísta y vive en su propia burbuja, si, pero ¿quién no era así cuando tenia 16? Por ahí no tenias una super mansión con un ropero del tamaño de tu pieza pero seguro pasaste por alguna de las situaciones que vive nuestra protagonista; todos en algún momento fuimos Tai, ingenuos y con ganas de pertenecer a algún grupo, tanto que aveces nos terminaba comiendo el personaje. Alicia Silverstone parece que nació para este papel en uno de los mejores casting en mi opinión desde Robert Downey Jr. como Iron Man. Su actuación no es nada que vaya a hacer que empieces a creer en Dios o parecido pero es imposible imaginarse a otra persona en el papel. Los secundarios cumplen sin problemas, destacando Murphy. Rudd y Stacey Dash, que hace de la mejor amiga de Cher (dato curioso, el personaje de Dash tenia 16 mientras que ella en la vida real tenia 28, hablenme de tener apariencia joven).
Miren Clueless, no les va a cambiar la vida, no les va a volar la cabeza, pero van a pasar una hora y media mas que entretenidos, que al fin y al cabo es el motivo del cine. Hasta capaz terminen con una linda sensación adentro, como me pasa a mi cuando la veo.
         

martes, 30 de enero de 2018

F for Fake (1974)

Nos quedamos un rato mas en los 70 para hablar de otro género mas en el basto mundo de nuestro querido séptimo arte, la película ensayo. Como bien dice el nombre, la principal característica de este tipo de cintas es el planteamiento de un tema, una hipótesis, y el desarrollo del mismo mientras corren los minutos del film, mezclando documental, ficción y métodos experimentales de edición y tono, para refutar o afirmar esa hipótesis al final. Y que mejor forma de introducirlos a este género que de la mano del inigualable Orson Welles (no confundir con el Orson de la granja) y, en mi opinión, una de sus mejores películas: F from Fake (F de Falso).
¿Qué nos quiere demostrar con tantas ganas el bueno de Orson que sintió la necesidad de realizar un film para lograrlo? Nada mas y nada menos que plantear algunas cuestiones sobre el arte, la autoria y la autenticidad que gana con la firma del "artista", básicamente las bases sobre las que se funda el valor artístico. Para cumplir este propósito Welles va a utilizar como ejemplos los casos de Elmyr de Hory, un falsificador de pinturas que empezó para sobrevivir y termino viviendo en Ibiza, codeándose con los comerciantes de arte mas reconocidos, de Clifford Irving, biógrafo de Elmyr y famoso por mentir sobre haber sido uno de los últimos en entrevistar a Howard Hughes antes de morir, Welles mismo, que mintió para conseguir un trabajo en Irlanda diciendo que era un actor famoso en EE.UU y estuvo detrás de la emisión radial de "La Guerra De Los Mundos" que llevó a mucha gente a la locura, y de Picasso.
Me cruce con esta película en mi primer año de facultad por pedido de mi profesora de Taller de Expresión I para trabajar el tema del ensayo y los derechos de autor y mi primera reacción fue sorprenderme de nunca haber escuchado sobre ella siendo que su director y narrador es considerado una de las personalidades mas importantes del cine (si el nombre Orson Welles les suena tal vez hayan escuchado en algún momento las palabras "El Ciudadano Kane", el mejor film de la historia para varios), especialmente por el tema tan interesante que plantea y que al día de hoy sigue teniendo relevancia: ¿qué es el verdadero arte? ¿quién lo decide? ¿vale mas la firma del artista o la obra en si? la falsificación bien hecha, ¿sigue siendo falsificación o se convierte en una forma de arte? ¿los artistas no son, en cierto punto, mentirosos también? ¿se puede hacer arte a partir de una obra ya existente? Con los sampleos siendo cada vez mas populares en el mundo de la música y varios canales de YouTube recurriendo a vídeos, películas y series para fabricar su propio contenido, esta cinta es especial para todos los que les interesa cualquier forma artística o participa de ellas.
Pero lo que mas me marcó de la cinta y el motivo por el cual después la volví a ver un par de veces mas fue el giro argumental que tiene en cierto punto. Welles, con la experiencia que tenia para manejar el lenguaje cinematográfico, descubre la mejor manera de probar su punto (y lo mas meta posible, debo agregar) y hace que te replantees todo lo que viste hasta ese momento, preguntarte si fuiste engañado, volver a ver todo otra vez para tratar de encontrar la respuesta y terminar de entender lo que el director establece desde el minuto uno.
Para terminar y evitar caer en spoilers les pido que le den una chance a esta gran película ensayo, esta disponible subtitulada  en buena calidad en Youtube y sus 88 minutos pasan sin resultar pesada. Al gran Orson le sobra carisma y verlo desplegarse sin ningún problema en un género poco explorado y romperla toda es algo obligatorio para todo amante del cine.